Cuando les planteé a mis alumnos de 2º de la ESO en qué consistía el proyecto colaborativo en el que íbamos a participar, propusieron que creáramos verbos que tuvieran que ver con el mundo escolar.
Reflexionamos acerca de la cantidad de construcciones sintagmáticas que empleamos en español (algo que no ocurre en inglés -lengua mucho más rica en verbos-) para designar acciones cotidianas y quisimos ceñirnos a aquellas que tienen lugar diariamente en el aula.
La fortuna de la lengua es que no tiene límites, así que saboreamos delicadamente las palabras nuevas y nos divertimos con su grabación escenificada.
La fortuna de la lengua es que no tiene límites, así que saboreamos delicadamente las palabras nuevas y nos divertimos con su grabación escenificada.
Esperamos que vosotros también lo hagáis viendo los vídeos.
Mercedes Martínez
Arroyo de San Serván, Badajoz
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